lunes, 25 de agosto de 2014

LA REUNIÓN DEL ARZOBISPO ESCOBAR ALAS CON EL PRESIDENTE SÁNCHEZ CERÉN


Varios noticieros salvadoreños han difundido la noticia de la reunión que el arzobispo de San Salvador ha sostenido con el presidente de El Salvador.

Se dice que en la reunión se trató el tema de cómo combatir la inseguridad que viven los salvadoreños.

A rigor de verdad, la reunión no está dentro de una agenda de trabajo conjunto entre Arzobispado y Presidencia de la República y menos aun entre Iglesia Católica y Presidencia de la República. 

Es más bien una respuesta del Gobierno salvadoreño a las declaraciones que hizo el arzobispo, en las que afirmó que el Estado salvadoreño es un Estado fallido.

Puede ser que el arzobispo no se sintiera suficientemente tomado en cuenta por parte del gobierno del FMLN, con lo cual sus acusaciones acerca del Estado fallido no procederían de un auténtico sentido profético, sino de una añoranza de mayor presencia en el plano político y mediático.  De hecho, luego de la reunión con Sánchez Cerén sus posiciones respecto de lo mismo, son más matizadas. La diplomacia funciona, pero ella no es equiparable a un plan conjunto de combate a la violencia.

No hay que olvidar que otro obispo, Mons. Fabio Colindres, estuvo en primera fila en el proceso de la llamada "tregua", entonces Escobar Alas pasó a segundo plano y hoy al hablar de Estado fallido, pone en peligro la estabilidad de los sueldos y grados militares que los sacerdotes y obispos (capellanes militares) que el mismo Estado "fallido" paga a miembros de la jerarquía católica. 

Son tiempos de confusión. La captura del padre "Toño" lo confirma. También lo confirma la desaparición mediática de Mons. Fabio Colindres. ¿No debería estar presente en esta reunión Mons. Fabio Colindres, siendo como es, el Obispo del Ordinariato Militar, capellán de la familia del presidente y el que mejor conoció el proceso anterior de "tregua"con lo mareros?

Ni el presidente de la República ni el arzobispo tienen permitido jugar a las escondidas con el pueblo salvadoreño.

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