Mons. William Iraheta, el reciente obispo nombrado en la diócesis de Santiago de María (El Salvador, C.A.), ha tenido que hacer uso de su potestad episcopal para intervenir en la comunidad de Tierra Blanca, en el Bajo Lempa. El sacerdote de la zona, se supone que con la aprobación del obispo, ha procedido a solicitar los bienes que administran las comunidades organizadas por el sacerdote difunto Pedro Declercq. Las comunidades involucradas han redactado un pronunciamiento y el obispo Iraheta ya ha respondido con otro comunicado. A continuación los documentos.
Carta Abierta de la Articulación
Nacional de Comunidades Eclesiales de Base (CEB´s) en El Salvador, al nuevo
Obispo William Ernesto Iraheta Rivera. Obispo
de la diócesis de Santiago de María. El Salvador.
Hemos
conocido el procedimiento que Ud. ha promovido para quitar vehículos y una
vivienda que – estando a nombre de la Diócesis – han sido utilizados por las
Comunidades Eclesiales de Base en la zona del Bajo Lempa, Usulután. Hemos
conocido también la más extraña manera en que Ud. como nuevo Obispo ha recibido
a una delegación de las CEB´s afectadas, en presencia de toda una delegación
institucional. Hemos sabido que no ha sido un diálogo fraterno, sino más bien
una ofensa a la dignidad de las personas, contando – sorprendentemente – con su
silencio.
Monseñor
Iraheta, Ud. recuerda bien que Monseñor Romero pidió a sus sacerdotes que
trabajaran más para que hubiera más y más comunidades eclesiales de base.
Ud.
conoce la fuerza del Espíritu Santo en Medellín y Puebla cuando la Iglesia
Latinoamericana empezó a insertarse en los pueblos pobres y explotados y se
convirtió en una Iglesia donde las CEB´s son el primer y fundamental núcleo
eclesial.
Ud.
bien sabe que: la vivencia de la comunión, a la que ha sido llamado, debe
encontrarla el cristiano/a en su comunidad de base, es decir, una comunidad
local o ambiental, que corresponda a la realidad de un grupo homogéneo, y que
tenga una dimensión tal que permita el trato personal fraterno entre sus
miembros.
Por
consiguiente, el esfuerzo pastoral de la Iglesia debe estar orientado a la
transformación de esas comunidades locales en familia de Dios, comenzando por
hacerse presente en ellas como fermento mediante un núcleo, aunque sea pequeño,
que constituya una comunidad de fe, de esperanza y de caridad. La comunidad
eclesial de base es así el primero y fundamental núcleo eclesial, que debe, en
su propio nivel, responsabilizarse de la riqueza y expansión de la fe, como
también del culto que es su expresión. Ella es, pues, célula inicial de
estructuración eclesial, y foco de evangelización, y actualmente factor
primordial de promoción humana y desarrollo.
Monseñor,
queremos referirnos a palabras evangélicas del Papa Francisco: “prefiero una
Iglesia que se equivoca por hacer algo, que una que se enferma por quedarse
encerrada”. “Orden y comunión con el párroco”…sin referencia al “desorden” del
Evangelio, parece estar lejos del mensaje del Papa Francisco. Y recordemos
también que San Pablo criticó fuertemente la Iglesia en Corinto que estaba
dividida por la forma de vida, que repetía exactamente las Palabras del Señor,
pero donde en realidad “la memoria de Jesús estaba ausente”. 1 Cor 11,21.
Por
eso, Monseñor, a pesar de lo sucedido en los hechos tan lamentables y poco
jesuánicos, queremos sugerirle a Ud. personalmente como el obispo de su
diócesis, que se acerque a las CEB´s a escucharnos, a compartir nuestra rica
experiencia eclesial, a escuchar y conocer nuestro testimonio en la
construcción del Reino.
Esperamos
que pueda comunicarse con el Equipo Pastoral de las CEB´s y “bajar” al Bajo
Lempa, para que sin poder, sin autoritarismo, puedan entrar en un diálogo
fraterno. Ud. encontrará ahí una Iglesia viva insertada como esperanza en medio
de su pueblo.
Solo
pedimos a la gran Iglesia – donde somos parte - que no se asuste por nuestro
caminar con el Evangelio, que nos den el derecho de “equivocarnos” en la
búsqueda más sincera bajo la Luz del Espíritu Santo.
Animados
por la fe y el compromiso de las y los mártires de nuestra iglesia, especialmente
de Monseñor Romero y por el testimonio vivo de quien ha dado su vida sacerdotal
al servicio de las CEBs, el Padre Pedro Declercq, seguiremos andando.
Fraternalmente,
de la Diócesis de Santiago de María.
La
Articulación Nacional de CEB´s en El Salvador. Julio de 2016.
La Articulación Nacional de
Comunidades Eclesiales de Base (CEB´s) en El Salvador, informa y denuncia
hechos lamentables que las CEB´s del Bajo Lempa, Usulután han sufrido por parte
del nuevo Obispo William Ernesto Iraheta Rivera de la Diócesis de Santiago de
María.
Ya
en enero de este año el obispo del período anterior, dio orden a su abogada,
acompañada de agentes de la PNC y otra persona, de ir a reclamar un vehículo,
pick up 4x4, que estaba al servicio de las CEB´s y de los proyectos sociales en
la zona del Bajo Lempa. Ese vehículo había sido comprado con fondos de Adveniat
y con aportes personales de Padre Pedro Declerq que ha fundado y acompañado a
nuestras CEB´s desde 1991 hasta su partida física el año pasado. Sin escuchar a
las CEB´s, se exigió la entrega del vehículo. El argumento era: ustedes no
“obedecen” a los lineamientos del párroco y del obispo, por eso no tiene
derecho a ese vehículo.
Desde
que el Padre Pedro dejó de ser el párroco de la parroquia de Tierra Blanca
(hace 6 años), pero especialmente a partir de su partida en agosto del año
pasado, el sacerdote de la parroquia empezó a celebrar la misa en esos cantones
donde las CEB´s tenemos nuestras celebraciones litúrgicas, y a la misma hora.
También empezó a utilizar la estructura organizativa de los cantones (ADESCOS)
para “recuperar” los espacios donde las CEB´s celebran su fe. Estos espacios
fueron construidos junto con el Padre Pedro para que, cercano al pueblo, las
CEB´s pudieran compartir y celebrar su fe en el camino de Jesús.
El
8 de junio recién pasado, por orden del actual obispo, dos representantes
legales de la diócesis y dos agentes de la PNC llegaron al Centro Pastoral de
las CEB´s en Nueva Esperanza para exigir a las Hermanas Misioneras de la Pequeña
Comunidad – que nos han acompañado y animado en la fe desde el inicio de las
CEB´s en la zona – que entregaran los dos vehículos que se consiguió de la
misma manera como arriba hemos mencionado y que estaban al servicio de las
CEB´s. La misma mañana la delegación del obispado se acercó a la casa
construida cerca del templo parroquial, con fondos de la solidaridad
internacional, y donde vive la Hermana Elena Jaramillo, de la congregación de
San José de los EEUU y que también desde hace más de 30 años nos ha acompañado
y animado en la fe. La exigencia: la hermana tenía 30 días para desocupar la
casa, ya que la parroquia quiere remodelarla (y por supuesto darle otro uso).
La
hermana Nohemy Ortiz de la pequeña comunidad solicitó con urgencia una reunión
con el obispo. Al llegar con una delegación del Equipo Pastoral de las CEB´s en
la zona, se encontró una situación donde el obispo también había llamado al
párroco, Nilton García y su colaborador el P. Ángel Arnaiz, junto con el
vicario general y el vicario parroquial de la diócesis. Aunque el objetivo era
informar al obispo sobre la vida y el quehacer de las CEB´s en la zona del Bajo
Lempa, con la presencia “institucional” no se pudo crear un verdadero ambiento
fraternal de escucha mutua. Más bien el Padre Ángel aprovechó para atacar a la
hermana llamándola “lengua de víbora, corazón lleno de veneno”, contando con el
silencio del obispo. Para él, así lo expresó, lo único que vale es “orden y
comunión”. Quién no está con el párroco, no es de la Iglesia.
El
obispo exige que las CEB´s abandonen los lugares que pertenecen a la diócesis y
considera que, hay puntos doctrinales en que no se está en comunión con la
Iglesia. La delegación de las CEB´s pide que se respete el trabajo pastoral,
eclesial y social que se está haciendo, que no se difame a nadie.
Hasta aquí los hechos.
Como
CEBs no estamos peleando por cosas materiales (vehículos, casa) que están a
nombre de la diócesis o en el terreno de la parroquia. Las y los pobres
encontraremos espacios para concretar nuestra misión.
Lo
que sí nos preocupa y denunciamos que el nuevo Obispo de la diócesis de
Santiago de María no tiene la actitud de pastor que escucha a su rebaño. ¿Qué
se gana con quitar esos bienes materiales que estaban al servicio de la gente,
hasta llegando con abogados y policías, sin escucharnos? ¿Por qué el obispo no
se ha acercado a las CEB´s – especialmente si había oído quejas – para escuchar
en un ambiente fraternal, para conocer de primera mano lo que las CEB´s en el
Bajo Lempa están haciendo y poder sentir como tratan de ser testigos del
Evangelio siendo esperanza de las y los pobres en la zona? ¿Qué se gana
tratando de imponer “orden y comunión” institucional si no hay disponibilidad
para encontrarse, para escuchar juntos el Evangelio, para orar juntos y
descubrir como hermanos/as las exigencias del Evangelio de Jesús?
Las
CEB´s estamos convencidos que la “unidad y la comunión” deben partir de Jesús,
Hijo predilecto del Padre y que nos envía su Espírito en nuestro caminar.
Autoritarismo, verticalismo, prepotencia no pueden existir en la Iglesia.
“Entre ustedes no debe ser así”.
Las
CEB´s que formamos parte de la Articulación Nacional de las Comunidades Eclesiales
de base en El Salvador, apoyamos decididamente a las CEB´s del Bajo Lempa. Lo
expresaremos pronto especialmente en el primer aniversario de la muerte y
resurrección de Padre Pedro.
Articulación
Nacional de CEB´s en El Salvador.
Julio de 2016.
LA
DIÓCESIS DE SANTIAGO DE MARÍA
Ante las declaraciones
dadas en el programa de las Comunidades Eclesiales de Base de la YSUCA,
el pasado domingo 10 de julio a las 5 p.m.
ACLARA:
1.
Los bienes que se gestionan en las diferentes Parroquias
con instituciones internacionales católicas, se gestionan a nombre de la
Iglesia, los donantes los entregan a la Diócesis, y para servir a la Iglesia en
su actividad evangelizadora.
2.
El día 8 de junio por la mañana del corriente año, fueron
solicitados y trasladados dos vehículos desde el Bajo Lempa hasta la Curia en
Santiago de María, con el propósito de distribuirlos en las parroquias que no
tienen vehículo y así cumplan con la finalidad para la que fueron adquiridos;
por otra parte, se pide la casa parroquial, de la Parroquia del Cantón Tierra
Blanca, para que sea utilizada por el Párroco y sus vicarios parroquiales.
DEFINE:
1.
Según los documentos de la Iglesia la Comunidad Eclesial
de Base: «es célula viva de la Parroquia, entendida ésta como comunión orgánica
y misionera.
La CEB en sí misma,
ordinariamente integrada por pocas familias, está llamada a vivir como
comunidad de fe, de culto y de amor, ha de estar animada por laicos, hombres y
mujeres adecuadamente preparados en el mismo proceso comunitario; los
animadores han de estar en comunión con el Párroco respectivo y el Obispo (Juan
15,1-17).
«Las Comunidades Eclesiales de
Base deben caracterizarse siempre por una decidida proyección universal y
misionera que les infunda un renovado dinamismo apostólico» (Juan Pablo II,
Discurso inaugural, 25). «Son un signo de vitalidad de la Iglesia, instrumento
de formación y de evangelización, un punto de partida válido para una nueva
sociedad fundada sobre la civilización
del amor» (Redemptoris Missio 51) (Cfr. Santo Domingo 61).
Para profundizar sobre el tema,
invitamos a reflexionar sobre los siguientes documentos de la Iglesia: Medellín
III Orientaciones pastorales No. 10; Puebla 239; Evangeli Nuntiandi 58; Cristi
Fidelis Laici 26 b; Aparecida 99 c, 178, 179, 180.
2.
«Se encuentran en plena comunión con la Iglesia católica,
en esta tierra, los bautizados que se unen a Cristo dentro de la estructura
visible de aquélla, es decir, por los vínculos de la profesión de fe, de los
sacramentos y del régimen eclesiástico» canon 205 (Cfr. LG 14 y 15).
DECLARA:
1.
Que valoramos el aporte de las CEB al trabajo
evangelizador en la Iglesia católica, pero somos conscientes que «cuando no
existe una clara fundamentación eclesiológica y una búsqueda sincera de comunión, estas comunidades dejan de
ser eclesiales y pueden ser víctimas de manipulación ideológica o política» (Santo
Domingo 62).
2.
En el Bajo Lempa trabaja el grupo auto denominado “hermanas
misioneras de la pequeña comunidad”, quienes sostienen, continuar allí, la
iglesia de avanzada fundada por el Padre Pedro Declercq, afirmando tener su
propia manera de ser iglesia, hasta celebrar la eucaristía presidiéndola una de
ellas, y pidieron al obispo de la diócesis en la reunión del 8 de junio por la
tarde que se les respete dicha práctica. Postura que es contraria a lo que nos
define el Magisterio de la Iglesia Católica; por lo tanto, no están en comunión
plena con ella, y para evitar confusiones en los fieles, lo oportuno, es que no
usen los bienes de la Iglesia Católica.
3.
Asumiendo el “Sentir
Con la Iglesia” del Beato Oscar Arnulfo Romero y Galdámez Obispo y Mártir,
como Diócesis vivimos este momento con tristeza y confiamos que el Espíritu
Santo muestre el camino a seguir, recordando que la Iglesia es madre y maestra,
y siempre espera a sus hijos e hijas que voluntariamente se han alejado de
Ella.
+Mons. William Ernesto Iraheta Rivera
Obispo de Santiago de María.
Pbro. Santo Arnoldo Rivera
Canciller.
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