El Papa Francisco ha nombrado a Monseñor Fabio Colindres como obispo de la Diócesis de San Miguel, en la zona oriental de El Salvador. Monseñor Colindres hasta la fecha ha sido el Obispo de la Diócesis castrense. La Diócesis de San Miguel, desde el nombramiento de Monseñor Miguel Morán como obispo de Santa Ana, ha sido administrada por el Pbro. Emilio Rivas.
Pbro. Emilio Rivas
Monseñor Colindres es originario de Ilobasco (Cabañas) y fue ordenado sacerdote el 6 de abril de 1987, por la Diócesis de San Vicente. Fue nombrado Administrador Apostólico del Ordinariato Militar, el 12 de noviembre del 2003. Fue ordenado obispo de los militares el 29 de marzo del 2008. Siendo obispo de los militares, administró la diócesis de Sonsonate, desde el 8 de octubre del 2011 al 4 de agosto del 2012, cuando fue nombrado como obispo de esa Diócesis Monseñor Constantino Barrera, también sacerdote del presbiterio de la Diócesis de San Vicente. Este 7 de diciembre fue publicado oficialmente el nombramiento de Monseñor Colindres como obispo de la Diócesis de San Miguel.
Mons. Joaquín Ramos
A Monseñor Colindres nunca le escuchamos que estuviera interesado en aclarar el asesinado de su predecesor en el Ordinariato Militar, Mons. Joaquín Ramos, asesinado el 25 de junio de 1993, mientras era presidente de El Salvador, Alfredo Cristiani, mismo que está implicado en el asesinado de los jesuitas de la UCA. Hasta la fecha, el asesinato de Monseñor Joaquín Ramos no se ha investigado y no se conocen los responsables.
Monseñor Colindres ejerció muy poco su ministerio sacerdotal en su Diócesis de origen (San Vicente), en cambio ha sido destacada su labor en los círculos católicos de San Salvador, de las clases medias y acomodadas preponderantemente.
Monseñor Colindres es también muy conocido por su participación en "tregua" entre pandillas. Ha sido llamado a declarar en los tribunales por este caso, ya que la fiscalía investiga a los implicados. Este caso ha generado diferencias de opinión en la Conferencia Episcopal de El Salvador, presidida por el Arzobispo Escobar Alas. El nombramiento de Fabio Colindres podría responder a la necesidad de sacarlo de la Capital para minimizar la presión mediática que pesa sobre al institución católica, por su implicación en la "tregua". A Monseñor Colindres se le estaría aplicando aquello que se dice en la jerga eclesiástica: PROMOVEATUR UT AMOVEATUR, es decir, "PROMUÉVASELE PARA REMOVERLO".
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