lunes, 11 de junio de 2012

EL PADRE CONSTANTINO BARRERA AL EPISCOPADO



El sacerdote Constantino Barrera Morales ha sido nombrado obispo de la Diócesis de Sonsonate, El Salvador. C. Barrera forma parte del clero diocesano de la Diócesis de San Vicente, El Salvador. Es originario de Ciudad Victoria en el nor-oriental departamento de Cabañas, El Salvador.

El perfil del candidato corresponde con algunos antecedentes de la Iglesia Católica salvadoreña.

1. C. Barrera es originario del cantón Rojitas, de la localidad arriba mencionada. Probablemente su nombramiento tenga efectos positivos en su zona de origen, asediada por la actividad proselitista del sacerdote cismático Luis Quintanilla, que ha visto en Radio Victoria, una radio de inspiración izquierdista, un apoyo a su accionar en la zona.

2. El nuevo obispo tiene fama de ser afable y de buen carácter, aspecto que corresponde con el perfil del obispo anterior de la diócesis de Sonsonate, Mons. Adolfo Mojica, fallecido recientemente.

3. El padre C. Barrera ha sido párroco por varios años y, antes de ocupar su puesto como rector del Seminario San José de la Montaña, fue enviado a realizar estudios a España, en uno de los centros de formación del Opus Dei, la Universidad de Navarra.

4. La entrada de C. Barrera como rector del Seminario Mayor corresponde con la polémica gestión del rector anterior, Pbro. Nelson Díaz, cuyos rasgos generales se presentaron en este mismo blog. A C. Barrera el mérito de haber resistido la crisis en que cayó el ala derechista de la Iglesia Católica al querer monopolizar la formación del clero diocesano. El nombramiento como obispo del padre Barrera es el premio por su servicio en vistas a salir de la crisis a que el P. Díaz había llevado al seminario Mayor interdiocesano.

5. Por otra parte, buena parte del clero diocesano había pedido, por medio de publicaciones escritas, particularmente en el ámbito de la Cooperativa Sacerdotal Ltda. "ARS", que no se abundara más en la elección de obispos religiosos y que se diera preferencia al clero local. En modo particular se temía el nombramiento de otro franciscano en la diócesis de Sonsonate. Actualmente la Iglesia Salvadoreña tiene tres obispos franciscanos ocupando sillas episcopales (Santa Ana, Chalatenango y San Vicente), el 40% del episcopado salvadoreño,  habida cuenta que la cantidad de sedes episcopales es de ocho, contando el ordinariato militar. De modo que la petición del clero diocesano parece que ha sido escuchada, en el sentido de que C. Barrera forma parte de clero diocesano y es salvadoreño.

6. La pregunta acerca de la pertinencia pastoral y el perfil del candidato para dirigir una diócesis que cuenta con una parte del clero muy bien asentada en su estatus clerical, un grupo que los sacerdotes jóvenes de esa diócesis llaman "El Sanedrín", lo dirá el desenvolvimiento del padre Barrera en el tiempo y en el espacio. Lo más seguro será preguntar a los sacerdotes de la diócesis de San Vicente, que son los que conocen de cerca al padre Barrera y a su mentor, Mons. Escobar Alas, para saber por dónde apuntas las cosas.

7. Nadie ignora que la verdadera batalla no se libra en la diócesis de Sonsonate, sino en la próxima sede vacante, según el decurso normal de los acontecimientos, es decir, Santiago de María. Bien haría Mons. Cabrera en no cometer el mismo error de Mons. Mojica, caer en la falsa visión de pensar que el poder es eterno y que nunca se termina. Preparar las cosas con tiempo es signo de sabiduría y es humildad de frente a la acción de Espíritu Santo.

8. Como sea, el Espíritu sigue existiendo, aunque la presurosa humanidad ofusque su acción; él sigue soplando donde quiere y como quiere, esto vale para todas las tendencias ideológicas que pretendan dominar su influjo en la historia.

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